No soy de las personas que toman café. Tampoco té infusionado de bolsita. Pero cuando en las tardes se me antoja algo calientito recurro a un té matcha o a la leche dorada.

Hoy en día podemos ver el té matcha en muchísimas recetas pero se tiene bien ganado ese lugar por su sabor característico y sus propiedades benéficas para la salud.

Si desean comprar té matcha lo mejor es que sea 100% natural, sin endulzantes ni polvos adicionales.

1 cucharadita de té matcha
3 cucharadas de agua caliente
1 taza de leche caliente

1. Coloca el matcha en un tazón, agrega el agua y agita con un chasen hasta que se haya disuelto y aparezca espuma. Si no tienes chasen puedes utilizar una batidora manual o un batidor de globo. Pasa la mezcla a una taza.

2. Con mucho cuidado coloca la leche en una licuadora y procesa durante unos segundos para sacar espuma. Agrega la leche a la mezcla de matcha.

-Nota: Puedes agregar endulzante a la primera mezcla de matcha. Recomiendo que sea miel. 

¿Te gustaría probar el matcha en unas galletas? CLICK aquí para una receta deliciosa.